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sábado, 2 de marzo de 2013

Historias del riachuelo






Por Martín A. Cagliani



Artículo publicado en la revista Circulo de la Historia, n° 57, diciembre 2000.



Río Pequeño, Río de los Querandíes, Río Chuelo, Río de Buenos Aires; son algunos de los nombres que recibió a lo largo de su historia nuestro actual Riachuelo. Río de curso vueltero que desemboca en el Río de la Plata tras recorrer 80 km desde su naciente. Su fluir comienza en el partido de Las Heras, provincia de Buenos Aires, donde los arroyos Castro y Cobey se unen para formar, en el Paso de la Horqueta, el río Matanza, este cambia de nombre a la altura del puente La Noria, siguiendo su curso como Riachuelo. Actualmente hay potentes fábricas instaladas en las orillas del Riachuelo. Una pobre ministra intento, sin mucha gana, limpiarlo en 1000 días de todos los residuos y contaminantes que viene recibiendo a lo largo de cientos de años, pero el negro Riachuelo se rió a carcajadas de este pobre intento.

Recién en épocas recientes el Riachuelo toma un curso parecido al actual, y muchos de los arroyos que vertían sus aguas en él se fueron cegando o desapareciendo como consecuencia de la rectificación de este río.

Para el año en que se asentaron los primeros europeos cerca de sus márgenes, en 1536, el Riachuelo tenia una fauna y flora diferente de la actual.

Era un valle pantanoso, desolado y triste. Se desbordaba con frecuencia, creando lagunas y pantanos. La zona del Riachuelo era inundable por añadidura. Sus alrededores eran húmedos, poseían pastizales abundantes, vegetación tupida y variada. En su ribera se daban cita los bosquecillos de sarandíes negros, ceibos, blanquillos, gruesas matas de penachos blancos. En los bajos predominaban los juncos y flotaban los camalotes. Su valle estaba invadido por pajonales de paja brava, también había duraznillos blancos. Como se dijo el suelo del valle era sumamente anegadizo, y en él predominaban las gramíneas

La fauna de la región era abundante y variada. Había sapos, ranas, culebras, víboras e insectos en abundancia.
La fauna grande estaba caracterizada por el venado, el yaguareté, que aparece como puma o pantera en numerosas crónicas, también estaba la nutria, según Azara también había cuatrocientas cuarenta especies de pájaros. También volaban por la zona los murciélagos. En las lagunas se podían encontrar cigüeñas y flamencos. Teros, chajá, martinetas, así como peludo y cuises poblaban los llanos. El ñandú corría tranquilo por la meseta, solo siendo molestado por los indígenas. Los peces también abundaban a lo largo del curso del Riachuelo. Habían mandubíes, pejerreyes, patíes, bogas y algún que otro dorado.

La descrita más arriba fue la flora y fauna que encontraron los españoles al llegar al Riachuelo, esta fue cambiando al mismo tiempo y de la misma forma que su vecina Buenos Aires.

Como se dijo, los españoles al llegar a las orillas del Riachuelo no solo encontraron flora y fauna, sino que se encontraron con seres humanos. ¿Quiénes eran estos hombres?

Los habitantes de las zonas aledañas al Riachuelo eran los querandíes. Este era un pueblo de cazadores y pescadores, cazaban venados y ñandúes con boleadoras, también pescaban a orillas de los ríos y lagunas. Al principio se llevaron bien con los españoles, hasta les dieron de comer. Pero los españoles tenían que exigir más, el enfrentamiento no tardo en llegar y con el paso de los años los querandíes se fueron extinguiendo o emigraron hacia las pampas.

Los primeros europeos en asentarse en las cercanías del Riachuelo fueron los españoles. Llegaron en una expedición al mando de Pedro de Mendoza en 1536.
Durante un período largo, el territorio sur del Riachuelo permaneció como desconocido y sin poblarse. En forma lenta se fue poblando esta zona sur, amenazada por la indiada, pero fértil.

En un principio, el Riachuelo era solo un obstáculo para la gente del lugar. Había mucho transito de una a otra orilla, la mayoría eran carretas con mercaderías provenientes del norte y oeste, pero también del sur. Cuando había que cruzarlo se utilizaban balsas o canoas, o se lo hacía por los vados o pasos que había en diferentes lugares. El Camino al Paso Chico (actual Av. Alcorta), conducía a los pasos Chico, de Burgos, Días Vélez y de la Noria, este ultimo uno de los mas conocidos, antes se llamaba Paso de Zamora. Por este mismo pasaron una parte de las tropas inglesas en la Segunda Invasión de 1807. Cruzar este río exigía atravesar extensos bajos y zonas anegadizas que bordeaban las márgenes del Riachuelo, casi siempre inundadas.

El 1º de diciembre de 1799 se inauguró el primer puente sobre el Riachuelo. Se disidió levantarlo sobre el paso de la Canoa en el Camino Real al Sud, actuales calles Montes de Oca en Capital y Ameghino, en Avellaneda. Lo construyó el vecino Juan Gutiérrez Gálvez, al cual le fue adjudicado por licitación.
Este puente tuvo muchos nombres, en un principio se llamo de Gálvez, luego de Madera, de Barracas, y en la época de Rosas se lo pintó de rojo punzó y se le llamó Puente de la Restauración de las Leyes. Fue reconstruido varias veces, en 1806 cuando los ingleses avanzaban sobre Buenos Aires se lo incendio para que no pudiesen cruzar, igual se las ingeniaron atando varias embarcaciones de un lado a otro del Riachuelo. El 23 de diciembre siguiente, echados los invasores, se habilitaba nuevamente. El puente deja de funcionar en 1858, tras una caudalosísima avenida del Riachuelo que socavó los pilares del puente. Casi apenas destruido el puente anterior, se construye uno nuevo en el lugar, de calzada más ancha y pilares más resistentes. Algunos años después fue reemplazado por el puente Pueyrredon.
Para 1855 había mucho trafico en el paso de Burgos, y un vecino de la zona, Enrique Ochoa, dueño de un saladero se ofreció a levantar un puente de mampostería sobre el paso, pagándolo él por completo. Fue habilitado en marzo de 1855. Estaba construido con técnicas de avanzada para la época. Se desvío el agua, se usaron bombas de achique, y muchas técnicas de ultima generación. Pero solo medio año después, una gran creciente arrasó con la estructura del puente. Ochoa, como buen empresario y, según imagino, debería ser bastante terco, levanto otro puente. Se lo encargo al ingeniero Carlos Pellegrini. Se inauguró en 1859 y lo nombró Puente Valentín Alsina, en honor al Dr. Alsina que recién renunciara a su cargo de gobernador de Buenos Aires; a pesar de haber invertido un montón de dinero y tiempo ni siquiera reclamo su nombre sobre el puente. En 1910, 51 años después, por su mal estado se lo remplazó por uno de hierro, que a su vez fue reemplazado por el actual, inaugurado el 26 de noviembre de 1938, pasándose a llamar Puente Teniente General Uriburu.
Se construyeron muchos puentes más, llegando a la gran cantidad de puentes que hay hoy a lo largo del río Matanza y del Riachuelo.

Como se vio a lo largo de los párrafos anteriores, las inundaciones y crecidas del río eran muy corrientes, y muchas veces causaban grandes destrozos.

Lo más perjudicial, era la gran correntada que tiene y tuvo el Riachuelo, en condiciones normales no se nota, pero con un sudeste que no le permite desaguar correctamente en el Río de la Plata, produce grandes estragos. Las grandes lluvias traen consigo, como se podrá imaginar, una creciente fuerza en la corriente del Riachuelo, y esta arrasaba con todo a su paso.

Los temporales se siguieron produciendo con mayor o menor intensidad. En 1820 una violenta sudestada, acompañada de la consiguiente inundación destruyo el muelle, un puente y 60 embarcaciones. En 1845 una fuerte creciente barre con las casas que estaban asentadas cerca de la costa, mas otros tantos destrozos. Ocurre otro desastre el 19 de marzo de 1866. En 1869 se produce otra crecida muy fuerte, durante dos días soplo un viento huracanado, derribando árboles y construcciones modestas. Seis meses después, el 14 de abril de 1870, otra gran inundación obligó a evacuar muchas viviendas. La última gran inundación del siglo se produce en 1884, comentada anteriormente, siendo esta la peor de todas. Todos estos problemas fueron solucionados en parte con el dragado del río, y con su rectificación, lo que permitió que no se sintieran tanto sus constantes crecientes.



El principal movimiento del Riachuelo se lo daba su puerto, pero también las innumerables industrias que se asentaron sobre sus orillas a lo largo de la historia. Desde la época de la colonia existieron muchos varaderos y astilleros en el Riachuelo. En 1865, existían 38 astilleros. En uno de ellos, perteneciente a Guillermo Sherman, se construyó un vapor de ruedas llamado "Lincoln", de 150 toneladas. Otro, el de José Badaracco e Hijos, fundado en 1857, treinta años después había construido más de 400 embarcaciones.

En estos años y anteriores, el Riachuelo solo podía ser cursado por embarcaciones pequeñas. Pero por obra del ingeniero Luis A. Huergo, se pudo abrir el río a embarcaciones de gran calado.

A la entrada del Riachuelo había un banco llamado la Barra del Riachuelo, muchas veces las embarcaciones tenían que esperar días a que creciese el río para poder pasarla. Por esta causa, el canal de entrada estaba obstruido, así que el gobierno llamó a licitación el 18 de mayo de1875, para canalizar y rectificar el Riachuelo. Se tenia que ensanchar y rectificar el río, abrir nuevas desembocaduras y canales, y construir nuevos muelles. Fue favorecido, entre muchos, el proyecto del ingeniero Huergo. Los trabajos se comenzaron el 9 de noviembre de 1876 con dos dragas y un vapor remolcador. Las obras continuaron muy bien encaminadas y con una mejora progresiva. En 1880 las obras siguieron con los muelles, empedrado de calles y demás obras que se fueron ejecutando a medida que se disponía de fondos. En 1883, el 25 de enero, entró un vapor atlántico al Riachuelo, lo que produjo mucha felicidad, al punto que se premio a Huergo con medallas. Huergo le dio una nueva desembocadura al Riachuelo, drago todo su curso inferior dándole una mayor profundidad, lo rectifico, y realizó muchas obras más que llevaron el progreso a la zona, creciendo esta, en importancia a través de los años.



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5 comentarios:

maria cristina dijo...

Gustavo, gracias por recordarnos al Riachuelo, que todavía no está atendido como debiera, nunca alcanzan los fondos ni las voluntades de los gobiernos de turno para hacerlo, un abrazo!

Anónimo dijo...

Si Gustavo.. nunca alcanza el dinero!.. y mirá que se derrocha dinero..

Muy buena la publicación.

Un abrazo.

Verónica O.M. dijo...

Gustavo, muy interesante.
Un placer leerte
Un abrazo, buen finde

Gustavo dijo...

Hola que tal. Si... por lo visto jamas vana ser nada. Primero eran Menem y Maria Julia con los mil dias, ahora este gobierno con lo de ACUMAR. Pero pasa el tiempo y nada cambia. El dia que lo limpien invito un asado a todos mis seguidores jaja.
Un abrazo y que terminen bien la semana

magu dijo...

GUS
Justo le conté ayer a LAO, que leí el año pasado FIN DE FIESTA, de BEATRIZ GUIDO y describe muy bien al RIACHUELO (novela situada en 1930 aproximadamente), ya se quejaba de como tiraban todos los residuos ahí, y justo hablaba del puente alsina, del intendente de Avellaneda (BARCELÓ ahí llamado BRACERITAS). Habiamos soñado con el embellecimiento del mismo y su potabilización como el TÁMESIS en LONDRES, el SENA en PARIS, y el RHIN en BERLÍN. En ALEMANIA todos los ríos internos de las ciudades son potables, la gente se tira a nadar. Aquí tendría que pasar lo mismo, Mi suegra se acuerda de cuando los arroyos de la avenida cabildo no habían sido encapsulados, tapados. quizás los arroyos, al tener poco caudal se enlodan y empantanan, pero tal vez si fueran descapsulados, se podrían arreglar y no habría inundaciones. El RIACHUELO tendría que tener balnearios, poder ser usado para nadar, para jugar. ¿Se podrá reparar la contaminación? sería un milagro, sería ideal y además es necesario. No sabía lo del nombre, pensé que se usaba como diminutivo, como quien dice CHICUELO al chico, pense´que era por lo pequeño, no por el idioma querandí, lo que sé es que existieron los indios quilmes también, antes d ela cerveza, jaja, beso